jueves, 17 de diciembre de 2009

Diagramas de flujo de datos.

El diagrama de flujo de datos (DFD), es una herramienta que permite visualizar un sistema como una red de procesos funcionales, conectados entre sí por "conductos" y "tanques de almacenamiento" de datos. Siendo éste, una de las herramientas más comúnmente usadas, sobre todo por sistemas operacionales en los cuales las funciones del sistema son de gran importancia y son más complejos que los datos que éste maneja.
Es importante tener en mente: los DFD no sólo se pueden utilizar para modelar sistemas de sistemas de proceso de información, sino también como manera de modelar organizaciones enteras, es decir, como una herramienta para la planeación estratégica y de negocios.
Los componentes de un diagrama típico de flujo de datos:
Proceso.
Flujo.
Almacén.
Terminador.
Ciclo de vida
En el modelo clásico, cada proyecto atraviesa por algún tipo de análisis, diseño e implantación, aunque no se haga exactamente como se muestra en la figura 2.1.1(a) El ciclo de vida de proyecto utilizado, pudiera diferir del que se muestra en la figura 2.1.1(a) en una o todas de las formas siguientes:
La fase de exploración y análisis pudieran juntarse en una sola.
Puede no haber fase de estudio de hardware si se cree que cualquier sistema nuevo pudiera instalarse con las computadoras existentes sin causar mayor problema operacional.
La fase de diseño preliminar y el diseño de detalles pudieran juntarse en una sola llamada simplemente de diseño.
Diversas fases de pruebas pueden juntarse en una sola; de hecho, podrían incluirse con la codificación.
Análisis de sistemas
Grupo de elementos interdependientes o que interactuan regularmente formando un todo, a continuación se enumeran diversos ejemplos.
Un sistema gravitacional, un sistema termodinámico, un sistema de ríos, un sistema telefónico, un sistema de autopistas, el sistema newtoniano de la mecánica, el sistema de mecanografía al tacto, un sistema taxonómico, el sistema decimal
James Grier Miller en su libro Living System destaca 19 subsistemas críticos de todos los sistemas vivientes, haciendo una analogía con los mismos se pueden categorizar de la manera siguiente:
El reproductor, que es capaz de dar origen a otros sistemas similares aquel en el cual se encuentra. En una organización de negocios, pudiera ser una división de planeación de instalaciones que hace nuevas plantas y construye oficinas regionales nuevas.
La frontera, que mantiene unidos a los componentes que conforman el sistema, los protege de tensiones ambientales y excluye o permite la entrada de diversos tipos de materia-energía e información. En una organización de negocios, esto pudiera constituir la planta misma y los guardias u otro personal de seguridad que evitan el ingreso de intrusos indeseables.
El inyector, que transporta la materia-energía a través de la frontera del sistema desde el medio ambiente. En una organización de negocios, este pudiera ser el departamento de compras o recepción, que introduce la materia prima, los materiales de oficina, etc.
El distribuidor, que trae material desde el exterior del sistema y lo reparte desde sus subsistemas a cada componente. En una organización de negocios, pudiera estar conformado por las líneas telefónicas, correo electrónico, mensajeros, bandas, etc.
El convertidor, que cambia ciertos materiales que ingresan al sistema a formas más útiles para los procesos especiales de dicho sistema particular.
El productor, que forma asociaciones estables durables por períodos significativos con la materia-energía que ingresa al sistema o que egresa de su convertidor. Estos materiales sintetizados pueden servir para crecimiento o reparación de daños o reposición de componentes del sistema.
El subsistema de almacenamiento de materia-energía, que retiene en el sistema, durante diferentes períodos, depósitos de diversos tipos de materia-energía.
El expulsor, que transmite materia-energía hacia el exterior del sistema en forma de desechos o de productos.

¿Cómo se debe afrontar la alimentación del adolescente?
La adolescencia es una etapa de la vida marcada por importantes cambios emocionales, sociales y fisiológicos. Sobre estos últimos la alimentación cobra una especial importancia debido a que los requerimientos nutricionales, para hacer frente a estos cambios, son muy elevados y es necesario asegurar un adecuado aporte de energía y nutrientes para evitar situaciones carenciales que puedan ocasionar alteraciones y trastornos de la salud.
Se debe hacer frente a la alimentación del adolescente conociendo los requerimientos nutricionales, sabiendo elegir los alimentos que garantizan una dieta suficiente en energía y nutrientes, organizando y estructurando las comidas a lo largo del día. Por último es importante conocer aquellas situaciones que pueden afectar a los adolescentes y en las que se debe llevar a cabo alguna modificación de la dieta.
Necesidades y recomendaciones nutricionales
Las necesidades nutricionales de los adolescentes vienen marcadas por los procesos de maduración sexual, aumento de talla y aumento de peso, característicos de esta etapa de la vida. Estos procesos requieren una elevada cantidad de energía y nutrientes, hay que tener en cuenta que en esta etapa el niño gana aproximadamente el 20% de la talla que va a tener como adulto y el 50% del peso. Estos incrementos se corresponden con aumento de masa muscular, y masa ósea. Toda esta situación se ve directamente afectada por la alimentación que debe estar dirigida y diseñada para cubrir el gasto que se origina.
Es muy difícil establecer unas recomendaciones standard para los adolescentes debido a las peculiaridades individuales que presenta este grupo de población. La mayor parte de las recomendaciones se basan en el establecimiento de raciones que se asocian con "una buena salud.
Las más recientes recomendaciones dietéticas (RDA), respecto de energía y proteínas, de la Food and Nutrition Board of the National Research Council (1989) para adolescentes se han establecido en función del peso, edad y sexo y son las que más se utilizan y mejor orientan.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Los trastornos de alimentación son desórdenes complejos que comprenden dos tipos de alteraciones de la conducta: unos directamente relacionados con la comida y el peso, y otros derivados de la relación consigo mismo y con los demás. Aunque aparecen alteraciones graves en la conducta alimentaria, existe un conflicto psicológico causa de esta alteración, y que debe ser la base del tratamiento.
La anorexia nerviosa es conocida ampliamente: las personas que presentan esta enfermedad rehusan mantener el peso corporal en un peso adecudado, tienen un miedo intenso a la ganancia de peso o de grasa, incluso estando muy por debajo de un peso correcto, tienen una distorsión de la imagen propia totalmente errónea, pues se siguen viendo gordas. Para conseguir estar delgadas rehusan comer, utilizando para ello todos los medios a su alcance: esconden la comida, siempre "han comido" cuando se les pide que coman, desmenuzan la comida del plato cuando tienen que comer acompañadas, rehusan cualquier elemento energético, se eternizan en comer.... En el caso de las mujeres se considera necesario la ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos. (consecuencia de la malnutrición que presentan).
Se considera que la bulimia nerviosa ocurre en aquellas personas que tienen episodios recurrentes de "atracones" de comida ( rápido consumo de una gran cantidad de comida en muy poco tiempo), una pérdida de control durante los atracones, que les imposibilita para dejar de comer, seguidos de vómitos autoinducidos, el uso de laxantes o diuréticos, y alternando con episodios de dietas estrictas o ayunos. Tienen una preocupación excesiva con el peso corporal Para entrar dentro de esta clasificación se requieren un promedio de dos atracones por semana al menos durante 3 meses.
Estas dos alteraciones clásicas son bien conocidas; pero existen una serie de alteraciones con la conducta alimentaria, (trastornos de la conducta alimentaria no específicos) reconocidos desde hace bien poco, y que están siendo motivo de atención médica y psiquiátrica; por ejemplo, el sindrome compulsivo alimenticio comprende a personas que intentan dietas en un gran número de ocasiones, tienen dificultad para saber cuando tienen hambre o cuando están saciadas, se consideran adictas a la comida, pues comen, comen, comen.... y tienen un pobre concepto de sí mismas. Su situación sigue un círculo vicioso que les imposibilita la vida: Cuando tienen un problema al que no pueden hacer frente la respuesta es: estoy demasiado gorda, si aldegazo, podré con todo: debo seguir una dieta. En ese momento bien inician una dieta severa que no pueden seguir, por lo que comen compulsivamente o bien nada más proponerse hacer la dieta comen compulsivamente, por lo que sienten que han fallado terriblemente y se sienten fracasadas: no pueden hacer frente al problema y....... De esta forma presentan un fracaso diario, que las convierte en grandes comedoras, habitualmente obesas. Este síndrome fue recientemente reconocido como un trastorno de alimentación ( 1990), aunque no está considerado como una alteración psiquiátrica.
A estos trastornos podríamos añadir una serie de trastornos conocidos y que no cumplen los criterios clínicos propios de la anorexia y la bulimia: así encontraremos pacientes con criterios de anorexia, pero que no han perdido la menstruación a pesar de estar malnutridas o bien pacientes que cumplen criterios de anorexia nerviosa pero que mantienen el peso; otros que usan métodos diversos con la alimentación dirigidos a no engordar ( por ejemplo mastican la comida, pero no se la tragan), o hacen conductas compensatorias inapropiadas ante mínimas cantidades de comida (una patata chips puede ser motivo de gran cantidad de ejercicio y culpabilidad); otros pacientes tienen atracones muy ocasionales que mantienen durante tiempo, pero siempre menos de 2 atracones semanales; y otras pacientes que se dan atracones ocasionales pero que no vomitan. La "pica" ( necesidad de comer sustancias no comestibles, como tiza, yeso,... también está considerada como trastorno de alimentación, pero no condiciona un alteración en la vida como la de los trastornos anteriormente descritos.
Así, consideramos que existe un aumento estos trastornos, pero sobre todo un mayor conocimiento de los mismos. Se considera que este tipo de enfermedades afectan sobre todo a mujeres adolescentes y jóvenes: En la literatura médica mundial existen estudios epidemiológicos que demuestran que la Anorexia nerviosa afecta hasta el 0.5% de adolescentes mientras la bulimia nerviosa alcanzaría hasta el 1%. Las cifras no son muy distintas en nuestro país: Morandé comunicó en 1999 los resultados de estudios realizados a una población joven (edad media 15.05 años) de hombres y mujeres: sus cifras en el grupo de mujeres eran de 0.69% para Anorexia nerviosa y 1.24 % para Bulimia nerviosa; pero comunicó una incidencia de Trastornos de comportamiento alimentario no específicos del 2.76% en el grupo de mujeres. En el año 2000, Pérez Gaspar y colaboradores comunicaron la existencia de anorexia nerviosa en 0.31%, de bulimia en el 0.77% y de trastornos de comportamiento alilmentario no específicos en el 3.07% en un grupo grande de mujeres con edad media de 15.48 años.